1 de abril del 2018
Una vez escuché que no se puede escribir sobre algo que no conocemos, ahora me estoy dando cuenta que quizá las experiencias de la vida están ahí entre los párrafos que escribimos que aunque las transformemos en ficción tienen algo de verdad, tengo meses tratando de armar una historia donde he podido mezclar las experiencias de varias personas que de alguna manera están conectadas entre ellas por varios vínculos, que no solo he sido observador y narrador, me he convertido en uno de los personajes que va y viene y me hace sentir que solo soy un actor de relleno que a veces es arrastrado hacia una trama principal y que me mantiene en una extraña ciclotimia la cual me ha llevado a pensar que de vez en cuando soy importante y en otras completamente olvidado. Aún no se si tenga sentido lo que escribo, porque hablando con una persona a la cual tuve la obligación de hablar y después de aguantarme sufro una crisis y así como una mina o una bomba las esquirlas alcanzan a los que más quiero, tal vez pensaran que esto se puede arreglar expresando sin temor los sentimientos, pero se torna raro porque a mi alrededor no es común manifestar abiertamente lo que sentimos porque incomodamos o se puede usar en nuestra contra, que explicar ciertas situaciones de mi vida me dijo que era una persona mosaico, porque mis ideas se habían enredado como audífonos en el bolsillo, son múltiples temas y muy extensos que es imposible entenderme, me empezaron a guiar para deshacer nudos mentales. Quién iba a pensar que la influencia de todo a mi alrededor iba a ser tan abrumador que en este punto de mi vida se somatiza porque mi mente no tiene cabida para más sentimientos y los canaliza al resto del cuerpo haciendo que, cada cierto tiempo, es lo que ya ha estado pasando conmigo, tal vez lo cuente en otro momento, a veces es difícil seguir escribiendo.